O de cómo nos auto-limitamos las mujeres, eligiendo literalmente ser espectadoras y no participantes activas en debates, frente a nuevas oportunidades en nuestras carreras profesionales o simplemente en los momentos en que visibilizarnos (hablar, dar nuestra opinión, “sentarnos a la mesa”) puede ser realmente la oportunidad de nuestras vidas.
En el debate en el 2do Círculo Lean in Barcelona realizado el pasado 4 de marzo, nos centramos en este punto. Las mujeres participantes del circulo y nuestra invitada especial Pilar Conesa nos ayudaron a repensar el Síndrome de la Impostora, o esta sensación de no sentirnos merecedoras de reconocimiento, el sentirnos impostoras con habilidades o capacidades limitadas.
Las mujeres nos subestimamos, y aunque no es algo exclusivo femenino sí es una realidad muy extendida que se da en las mujeres a todos los niveles. Nos auto-limitamos en oportunidades, nos quedamos en un segundo plano y no nos arriesgamos a cumplir nuestros sueños. Como nos dice Sheryl Sandberg, debemos empezar a enderezar esta distorsión interna. ¿Cómo? Sandberg nos propone:
Simular seguridad, “fingirlo hasta que te sientas así”
Asumir riesgos
Aprovechar la oportunidad y hacer que una ocasión sea perfecta para ti, sin esperar a la ocasión perfecta
Para Lean In Barcelona, trabajar en esta “distorsión” pasa por:
Reconocer internamente la sensación de subestimación y las experiencias que hemos vivido en ser espectadoras y no participantes; Por miedo, por no querer salir de nuestra zona de comodidad, o por las razones que sean, pero reconocerlo y decidir hacer algo al respecto.
Sentir las consecuencias de esta actitud de autolimitación y del síndrome de la impostora. ¿Qué hemos perdido debido a esta actitud?… y aún peor … ¿qué seguimos perdiendo?
Recuperar la certeza de lo que queremos en nuestras vidas y de cómo queremos que sea el camino para llegar a ella. Es decir, Soñar en Grande.
Emprender una primera acción para que este sueño se cumpla. Confiar, Soltar, Arriesgarnos
Estas primeras acciones pueden tener muy diversos matices: disfrutar más y aligerar cargas, hacer una petición especial en nuestro trabajo, dejar un trabajo que no nos llena para hacer lo que realmente nos gusta, vivir con pasión los pequeños momentos del día, replantearse los roles y tareas de la casa sobre todo en relación al cuidado de los hijos…
¿Cuál sería tu primera acción en el camino para lograr tu sueño?
Por último, te invitamos a leer el articulo I Don’t Deserve to be Here: Presence and the Impostor Syndrome, sobre el libro de Amy Cuddy, en el cual plantea la Presencia como la cara opuesta del Síndrome de la Impostora.
Comments